miércoles, 27 de julio de 2011

A posteriori

Mi pasado debe quedar sepultado, mis errores, mis dolores. No, no estoy huyendo, solo estoy buscando algo de perspectiva. Necesito alejarme, necesito sentir que tengo el valor para dejarlo todo atrás. Busco un instante en el futuro. 
Aquí ya no hay nada para mí. Esta ciudad no es más que un gran cementerio. Camino con tantos fantasmas que no logro ver lo que está vivo. Mi gran carga es sentir que voy por la vida con un cuerpo y un alma completamente obsoletos.  
No queda nada en mí, todo está estropeado, ahogándome en una habitación, a penas sobreviviéndome . Respirar se me vuelve una eternidad, los días son una secuencia inseparable, ya ni sé qué día me cobija. Las noches se me vuelven días. Me angustia el infierno que llevo dentro, el abismo que está en mi cabeza. La nostalgia de las cosas que no tuve, de lo que perdí y de lo que inventé. Me fui para saber que puedo tener redención en esta vida. Agoté todos los renacimientos, usurpé el Hades y ahora lo cargo conmigo. No veo señales, solo hay niebla. Me abruman las presencias que posicioné en lugar de desechar, las prioridades innecesarias por las que di mi vida. A posteriori o de la falta de certezas.

sábado, 23 de julio de 2011

Orfandad

No necesitas suicidarte para morir. Guardé la suficiente arena en mis bolsillos, para lograr enterrarme de la manera correcta. Declararse huérfano como la única posibilidad de seguir con vida. La orfandad susurra en mi oído, respira en mi almohada y ha usurpado una vida. Es el momento de dejarla ser, de ser el pro-yecto configurado del pasado que no fui. Acá comienza el camino, la resolución del respirar.